sábado, 11 de septiembre de 2010

REUNIÓN DE VARIAS QUINTADAS EN SANTIAGO 2010


El día 23 de julio, después del pregón de fiestas de Santiago Apostol, celebraron un especial encuentro los quintos de los años 50 a 53. Algunos de ellos llevaban alrededor de cuarenta años sin verse. Después de haber compartido aventuras infantiles y adolescentes volvieron a encontrarse en el pueblo que les vio nacer y donde transcurrió su infancia y adolescencia. Los años de la inmigración causaron que cada uno tomáse un rumbo y un destino. Fue un día especial para todos. Volvieron a encontrarse y recordaron, algunos con lágrimas en los ojos, aquellos años que siempre llevarán en su recuerdo y memoria. Pero todos estarán contentos de haberse vuelto a reunir y celebrar la alegría de la vida y compartir en pocos minutos todo lo que ahora son.


PORQUE RECORDAR 
ES VOLVER A VIVIR
Con frecuencia nos asalta el recuerdo de nuestra infancia y juventud, cuando todo estaba por descubrir.
Todos los que hemos venido estamos celebrando esta fiesta por la amistad, ya que en algún momento hemos compartido juegos, vivencias y celebraciones familiares.
En aquellos años todo era nuevo, teníamos prisa por descubrir, saber, conocernos a nosotros mismos y a los demás.
Fueros años de buenas relaciones donde nuestro máximo objetivo estaba en conocer los límites de nuestro pueblo.
Después llegó la época en la que cada uno abandonó el pueblo en busca de un futuro mejor.
Desde aquella salida han pasado más de 40 años, años en los que nuestro objetivo estaba en conseguir un buen trabajo, formar una familia y transmitir a los nuestros los valores arraigados que nuestro pueblo nos ha dado.
Pero son otros tiempos y el pueblo resulta demasiado “poco” para la juventud actual.
El tiempo pasa y nuestras casas se quedan vacías, silenciosas.
Es entonces cuando vuelve el recuerdo de nuestra infancia, nuestro pueblo, nuestros amigos.
Comenzamos a buscar a esos 50 amigos de la época de los cuales más de 30 estamos hoy aquí.
Vamos a recordar, vamos a revivir y vamos a cultivar nuestra amistad.
A la mayoría de nosotros nunca nos dieron un diploma, tampoco una orla, ni un birrete… y digo yo ¿ y por que no?
Aquí la tenemos, especial para nosotros, para que tengamos un recuerdo del acontecimiento de hoy y poder lucirlo en nuestras casas.
Muchas gracias por venir y esperemos que sea el principio de muchas reuniones.
(Escrito que José Rodríguez dirigió a los asistentes al encuentro.)

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