Tal día como hoy, 26 de diciembre, pero de 2004 , a muchos kilómetros de Castrillo de la Vega, la Navidad no fue feliz para miles de habitantes del continente asiático. Un terremoto acabó con la vida de más de 230.000 personas.
¿Recordáis la impactante película LO IMPOSIBLE ?
Pero como pasa cuando ocurren estas desgracias, el Ser Humano empieza a movilizarse, a ayudarse, a ser solidario.
Aquí empieza la historia que hoy quiero contaros como mensaje de esa SOLIDARIDAD y como homenaje a unas personas en particular: Javi, Helena y Noemí, que hoy viven entre nosotros y que en ese día, 26 de diciembre de 2004, estaban a muchos kilómetros de distancia.
Después de la tragedia del Tsunami Asiático, como otras muchas personas en el mundo,.....
DIARIO DE BURGOS 8 FEBRERO DE 2005 |
DIARIO DE BURGOS 25 DE FEBRERO DE 2005 |
L@s amig@s de DIARIO DE BURGOS me facilitaron esta información y las copias de los artículos sobre la campaña solidaria que Javi Alcalde llevaba a cabo para restituir las embarcaciones perdidas a los pescadores de Jaffna y Mullaittivu. Gracias, muchísimas gracias.
Helena me hizo llegar estas fotos junto a unas palabras de sus trágicos recuerdos.
"La verdad es que fueron
tiempos de sentimientos muy conflictivos para nosotros. Por un lugar, y sobre
todo por mi trabajo, vivir de cerca la tragedia de mucha gente que a veces lo había
perdido todo.
De la película “lo imposible”, ya al ver el tráiler me
vuelven a la memoria casos muy dolorosos de repatriaciones de holandeses que
estaban en Sri Lanka en ese momento, entre otras una madre que había hecho
hasta lo imposible para mantener a su bebe de año y medio agarrado pero que finalmente
por la fuerza del agua le fue arrancado. Sobrevivieron la madre, el padre y dos
niños, pero el más pequeño lo tuvimos que repatriar en un pequeño ataúd
blanco. Una de las repatriaciones más duras de mi vida.
Pero por otro lado el
trabajo tan enormemente gratificante que pudimos llevar a cabo gracias a la
ayuda de compañeros míos de trabajo dispersos por todo el mundo, la comunidad
latina en Sri Lanka, pero SOBRE TODO por la ayuda de los “ribereños”. Pudimos
reponer barcos (motores y redes incluidos), reparar barcos semi-destrozados,
una motocicleta para un vendedor ambulante que dependía de su medio de
transporte para poder vender su pescado en Colombo capital; un montón de
bicicletas para otros que vivían más cerca de la costa y un montón de máquinas
de coser (de Singer pero con pedal porque la electricidad es cara en Sri Lanka)
para que las mujeres volvieran a montar sus talleres de costura. Lo último del
dinero lo regalamos a una escuela para niños minusválidos para la compra de
sillas de rueda muy especiales: adaptables a la edad y ultra-ligeras para que las pudieran llevar
por los caminos y campos de arroz llenos de barro.
Nuestra preocupación siempre
fue gastar el dinero BIEN – donándolo a gente que realmente lo necesitaba y que
no había recibido ayuda ninguna de nadie - para luego poder informar a los donantes que
TODO el dinero recaudado – hasta el último céntimo - terminó en esas manos que realmente
lo necesitaban! La única condición: bautizar a los barcos con un nombre que
recordara a los donantes – y por eso ahora en aguas srilankanas hay barcos con
nombres como “la Virgen de las Viñas” y “El Arandino”!
SOLIDARIDAD, PAZ, AMOR, FELICIDAD.
FELIZ NAVIDAD.
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